martes, febrero 21, 2006

Reinventar la soledad

"¿Cuál es la situación actual? Durante mucho tiempo la literatura y las artes se han organizado en "escuelas". Y las escuelas son de tipo arborescente. Una escuela ya es algo terrible: siempre hay un papa, manifiestos, representantes, declaraciones vanguardistas, tribunales, excomuniones, trapicheos políticos, etc. Pero lo peor de las escuelas no es sólo la esterilización de los discípulos -bien lo han merecido-, sino más bien la destrucción, el aplastamiento de todo lo que se había hecho antes o se estaba haciendo al mismo tiempo -así es como el "simbolismo" ahogó el movimiento poético extraordinariamente rico de finales de siglo XIX, o cómo el surrealismo aplastó le movimiento internacional dadá, etc.-. Pero como hoy las escuelas ya no son rentables, vemos aparecer una organización aún más siniestra: una especie de marketing, en el que el interés se desplaza y ya no se apoya en los libros, sino en artículos periodísticos, en emisiones de radio o de televisión, en debates, en coloquios, en mesas redondas en torno a un libro cualesquiera que, en última instancia, no tendría porqué existir. ¿Corresponde todo esto a la muerte del libro tal y como lo anunciaba Mac Luhan? En realidad se trata de un fenómeno muy complejo: sobre todo el cine, pero también en cierta medida la prensa, la radio, la televisión, han sido factores importantes en el cuestionamiento de la función autor, al producir unas funciones creadoras, al menos potenciales, que ya no pasan por un Autor. Ahora bien, a medida que la misma escritura aprendía a desligarse de la función-autor, ésta se reconstituía precisamente en la periferia, encontraba crédito en la radio, en la televisión, en los periódicos e inclusive en el cine (cine de autor). Por su parte el periodismo creaba cada vez más los acontecimientos de los que hablaba; el periodista se descubría autor y volvía a dar actualidad a una función caída en descrédito. Entre la prensa y el libro las relaciones de fuerza cambiaban completamente; los escritores o los intelectuales, o bien pasaban al servicio de los periodistas, o bien se convertían en sus propios periodistas, en periodistas de sí mismos, en domésticos de los entrevistadores, de los profesionales del debate, de los presentadores: el escritor convertido en periodista, los ejercicios de clown que las radios y las televisiones hacen sufrir al escritor que lo consiente. (...) De ahí la posibilidad del marketing que en la actualidad reemplaza a las escuelas a la vieja usanza. Así pues, el problema consiste en reinventar no sólo para la escritura, sino también para el cine, la radio, la televisión, e incluso para el periodismo, funciones creadoras o productoras liberadas de esta función autor siempre renovada. "

Diálogos, Gilles Deleuze-Claire Parnet, pgs. 32-33, Pretextos, Valencia, 2004.

lunes, febrero 20, 2006

La peste

En un tímido encierro, la plaga de polillas que avanzaba sobre la ciudad lo movía a pensar que escribiendo sólo completaba un ritual de despedida.

sábado, febrero 11, 2006

Puro Millhauser

"Como sea, escribir es una forma particularmente intensa de estar vivo. Los momentos difíciles para mí son los que están entre los momentos que escribo. En esos momentos deambulo como un hombre muerto; un hombre muerto con una sonrisa cortés." En Ñ de hoy, una inesperada entrevista a Steven Millhauser.